El gas ozono es un eficaz desinfectante superficial para instrumentos, implantes y prótesis. Una sustancia ideal para uso en la cavidad bucal durante intervenciones quirúrgicas. Gracias a sus propiedades biofisiológicas positivas, favorece la cicatrización y epitelización y refuerza los principios antirradicales naturales de las células (por inducción enzimática).
El ozono tiene un gran efecto germicida con la capacidad de eliminar y destruir en un poco tiempo bacterias, virus y hongos. Además de su efecto germicida, produce un aumento en el tejido sanguíneo y estimula los glóbulos rojos lo que provoca una mayor oxigenación de la sangre con mejor circulación aumentando las proteínas y produciendo una acción antiinflamatoria.
El ozono se puede utilizar en tratamientos periodontales, cirugías, para desinfectar cavidades y conductos radiculares, aftas, herpes, estomatitis, caries dental, heridas inflamadas, hemorragias, antes y después de extracciones, peri-implantitis, pulpitis y disminuir la sensibilidad dental.
Con la ozonoterapia se puede tener unos resultados que con métodos convencionales no se logran, aprovechando las ventajas del ozono en muchos pacientes se puede reducir el uso de antibióticos.